Iratxe Caño Esteban

Artista plástica / Plastic artist

EN CUERPO Y ALMA

A los seres humanos se nos presupone la avidez por el conocimiento. Así, hemos intentado crear un modo de entender el mundo y a nosotros mismos. El inconveniente es que en demasiadas ocasiones se recurre a una categorización dual que simplifica las cosas y de la que nos cuesta escapar: científico/ no científico, buenos y malos, cuerpo/mente, materia/espíritu, ¿estudias o trabajas? … “ser o no ser”.

Quiero creer que en mi proceso de construcción como persona voy logrando salvar esa dualidad gracias al arte. A irme dibujando como artista integrando todo lo que ya llevaba conmigo y lo que he la vida me ha ido aportando, también por supuesto quitando. Tanto aspectos personales como mi profesión, la psiquiatría, la cual (ahora lo puedo afirmar), ha sido una parte fundamental en mi modo de crear. ¿Por qué digo esto? Porque ha generado un “oficio” artesanal de búsqueda, un modo de mirar más allá de lo visible.

En mi trabajo con las personas, tener en cuenta no sólo el cuerpo que expresa, sino aquello que no se ve, nuestro interior, la “psique” de los griegos, la mente, el alma (etimológicamente psiquiatría significa “la medicina del alma”) es imprescindible. Una exploración casi arqueológica en la que encontrar un cierto sentido a los síntomas, a la expresión de lo desconocido; a veces extraño o incomprensible, otras más cercano. Y esa mirada he podido trasladarla a otra materia, otro cuerpo, el de mis pinturas. Buscando esa interacción en la cual los paisajes no son únicamente los que observamos, sino también los que sentimos y nos van conformando como personas: los paisajes interiores. Darles una forma a través de los colores, las líneas, las texturas, los espacios en blanco…Escribir con mis pinceles.

“No puedo hablar con mi voz sino con mis voces”. Esta frase de Alejandra Pizarnik me resuena en la carne, muy dentro. Darme una sola voz era quedarme sin ella. Pude expresarlo en un cuadro que pinté y titulé Sirena sin voz en referencia al cuento (muy presente en mi imaginario) en que la sirenita cambia esa voz, perdiendo así su esencia, por unas piernas que tampoco le servirán para mucho. Yo quería expresar todas mis voces, la de la artista y la psiquiatra, además de la de mujer (tantas veces olvidadas en la Historia, tantas sin opción de elegir), compañera, madre… Con las limitaciones que la vida conlleva, pero con las posibilidades que el arte y la capacidad de creación nos dan. Gracias a ello, sigo componiendo nuevas voces y mis piernas hechas para caminar me sirven para nadar. Mientras, espero (con la ingenuidad infantil que aún me queda) que, aunque solo sea en alma y no en cuerpo, se me conceda algún día una cola de sirena…

Al igual que ser psiquiatra y mujer ha influido en mi manera de ser artista, el arte se ha convertido en una herramienta más en mi profesión. John Berger afirma que, para el artista, dibujar es descubrir. Para mí, el arte en general lo ha sido: encontrar un modo de observar todo lo que me rodea, también aquello que no se ve, como si fuera una obra de arte. Y, por supuesto a las personas. Descubrir y participar de la “pulsación interior” de la que hablaba Kandinsky al describir cómo experimentar todo fenómeno, (y, por extensión las obras de arte) no solo desde su exterioridad, sino abriendo la puerta a la interioridad. “El análisis de los elementos artísticos es un puente”, decía. Observar líneas y superficies, cromatismos, luces y movimientos; pero también voces, recuerdos, dichas y quebrantos…

Y, volviendo al tema de la esencia, reconozco que me gustaría tener la de esos artistas que, desde siempre, han sentido que lo son y pueden afirmar: “Escribo porque no sé hacer otra cosa” o “Para mí pintar era como respirar”. He de confesar que no recuerdo que pintar surgiera en mí como una necesidad, sino más bien como una sorpresa, un descubrimiento. Y lo que yo recuerdo de cuando comencé a pintar es que mi mano cobró vida y me reveló que podía hacerlo, como una prolongación física de la parte de mi pensamiento (y emociones) que no podía controlar o que ignoraba. Y después he ido descubriendo, que en un movimiento constante que se retroalimenta, lo que hace mi mano fluye a mi mente en un vaivén inconsciente, el que el tiempo se suspende, y todo mi cuerpo y mi alma (no existen por separado) pasan a formar parte de ese proceso de creación.

Una mezcla de pensamientos, imágenes, sensaciones, abismos, intuiciones (la lista sería infinita) en que mis contradicciones y todas mis voces se funden. Me cuesta explicar con palabras lo que surge. Por eso, seguramente, lo pinto…. En cuerpo y alma.

 

próximo puesto

Dejar una contestacion

© 2024 Iratxe Caño Esteban

Tema de Anders Norén